jueves, 2 de junio de 2022

8. Conclusión de la experiencia en práctica por cada integrante

 

Rubí: 

Definitivamente, la intervención comunitaria con las mujeres del Programa Segunda Oportunidad de la ONU de Tehuacán Puebla, fue una experiencia muy grata y enriquecedora, tanto para nosotras, como para ellas. Conocer las historias de vida de las mujeres de la comunidad, tocó mi sensibilidad y refuerza mi vocación como futura psicóloga. Así también, el proceso que partió, desde el diagnóstico hasta la evaluación final, me deja un cúmulo de aprendizajes que, estoy segura, me serán de gran utilidad para el trabajo comunitario. Lo más bonito de la experiencia es poder estar de manera presencial en la intervención y poder conocer de cerca a las mujeres que, en un inicio,se interesaron por participar. Escucharlas y ser testiga de cómo la red de apoyo de mujeres las cobija y las sostiene en su día a día, creo que fue lo que más le dio sentido a esa experiencia. 

Cintli: 

Para mí la experiencia del proyecto que llevamos a cabo durante este módulo ha sido sumamente enriquecedora, pues hemos ido desarrollando paso a paso desde cero una intervención comunitaria que ha tenido un impacto real tanto en las mujeres participantes como en nosotras (el equipo), el tener la posibilidad de realizar la intervención de forma presencial ha sido invaluable, pues hemos tenido la oportunidad de ver el alcance y las infinitas posibilidades para trabajar al interior de una comunidad, así mismo pudimos también reconocer nuestras áreas de oportunidad, uno de los factores que considero que en este caso nos favoreció es el hecho de que el grupo ya se encuentra conformado desde hace tiempo, las mujeres que participaron ya se conocen y realizan actividades en conjunto desde hace tiempo y ya tienen un alto nivel de confianza entre ellas, lo cual permitió que nosotras nos integráramos con facilidad y que se diera rápidamente un intercambio muy fluido de información y una comunicación bastante efectiva. La intervención me dejó muy satisfecha por el aprendizaje, sin embargo reconozco que el éxito de la intervención depende de todo el trabajo de preparación que hubo detrás y desde luego de el correcto enfoque y aplicación del diagnóstico participativo. 

Esmeralda:

La experiencia de esta práctica fue para mí sumamente enriquecedora desde la planeación hasta su aplicación. Al ser este fue mi primer acercamiento con el método de  intervención comunitaria me dejo mucho aprendizaje, uno de los más importantes es el observar con detalle el entorno para poder identificar una necesidad real así como la importancia  escuchar con atención a las personas inmersas en la realidad a la que deseamos acercarnos porque esto nos permitirá saber tambien cuales son los recurso y a partir de ahí el alcance que podemos tener para poder brindar un avance si no significativo real y útil. Me permitió conocer también que este tipo de intervención es estructurada,que es importante cada uno de sus pasos y que la flexibilidad del cambio en la información en cada uno de ellos permite  acercarnos más a la realidad social. 
Por otro lado el contacto con las mujeres fue una experiencia muy gratificante, si bien solo tuve oportunidad de escucharlas a distancia, pude observar los cambios que tuvieron desde el diagnóstico con la comunidad y al finalizar la intervención. 
De esta experiencia me quedo con la grata sensación de que con la información y tiempo que les proporcionamos  les dejamos un aporte a su crecimiento personal.

Ivana:

 Esta experiencia fue muy enriquecedora de una manera general, pues además de sentirme identificada con el grupo de mujeres que está buscando mejoría en sus vidas, me pareció una gran labor la que realiza Rosario. Desde el principio, todas fueron bastante abiertas y expresivas sobre sus necesidades y problemas y me siento muy agradecida por su confianza y entrega en el diagnóstico participativo y en la intervención. Rosario también fue muy atenta y accesible, lo cual facilitó nuestro trabajo. Hubo una colaboración muy productiva entre Rosario y mi equipo, la cual se vio reflejada en una intervención exitosa y con resultados medibles y positivos para las participantes. 
Esta experiencia me permitió comprender mejor cómo llevar a cabo una intervención comunitaria, las diferencias entre intervención clínica y en una comunidad. 
Me voy respetando aún más la labor de los psicólogos que viven la realidad de la comunidad cada día, en un esfuerzo hercúleo de generar bienestar, progreso, cambios y beneficios para la comunidad.                                                                                                                               

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